La Supervisión en el Ejercicio del Coaching
Posted on: 13 May 2020
por Francis Bonilla Leo, ACC
Como Coach, a veces me asaltan algunas de estas preguntas en mis sesiones: ¿Y ahora qué hago? No voy a poder ¿cómo sigo?, ¿qué camino debo tomar?, ¿qué me pasa con determinados objetivos?, ¿cómo avanzar ante un “no sé” mío o de mi cliente?, y con las emociones ¿cómo acompaño al coachee?, ¿este es un caso para coaching o para psicoterapia? … ¿QUÉ HAGO?
¡¡¡¡SUPERVISIÓN!!!!
Como coaches profesionales, tanto recién certificados, como los que tenéis más experiencia en la profesión, la supervisión es fundamental para el aprendizaje y para profundizar del ejercicio del rol de coach. Es una oportunidad de seguir aprendiendo.
Leonardo Wolk en su libro “Coaching para Coaches. Teoría y práctica de la supervisión”, dice que no basta estar certificado como coach, y haber leído, y practicado en talleres y sesiones simuladas, sin duda, son muy formadoras. Es en la práctica real donde ocurre la parte final del aprendizaje y donde el profesional se consolida como tal. Supervisar mis procesos de coaching, servirá en mi beneficio como coach y del coacheado. Por una cuestión ética y de responsabilidad, este camino de aprendizaje es fundamental hacerlo bien acompañado de un coach experto y con más experiencia
- El coach aprendiz, que no revisa su práctica profesional, a veces, pierde el entusiasmo y la confianza, y algunos, vencidos por los miedos y la falta de confianza, abandonan la práctica del coaching.
- Los coaches que trascienden el miedo inicial, llevando sus sesiones a supervisión, destacan la gran seguridad que les da la oportunidad de revisar sus casos en un ambiente respetuoso, confiable y seguro.
La Supervisión en coaching es un espacio de interacción, reflexión y análisis crítico del proceso de coaching. Implica la revisión y discusión de las sesiones realizadas por el coach creciendo como coach.
Una buena supervisión requiere una relación de mutuo respeto y un compromiso de apoyo bidireccional entre el coach supervisado y el supervisor.
- El supervisado debe encontrarse muy cómodo para poder analizar sus intervenciones, fijarse en los aspectos más difíciles y sintiéndose motivado y respaldado en su práctica y alentado en su autocrítica.
- El supervisor es responsable de generar un contexto donde el supervisado pueda presentar sus miedos sin miedo, sus dudas, temores y donde sepa identificar sus aciertos y sus errores para poder corregirlo en la práctica.
Uno de los retos fundamentales de todo profesional del coaching es el desarrollo continuo de sus competencias, incrementando y actualizando sus herramientas y técnicas de manera permanente.
El espacio de supervisión se convierte en un espacio de seguridad, libre de juicios, donde el coach plantea sus dudas, dificultades y temores, en un ambiente de confianza que genere la posibilidad de crecimiento y desarrollo, tanto profesional como personal.
“En la supervisión, ambas personas serán cambiadas por la relación y la conversación que sucede entre ellos. (Supervisión) … es un lugar para todo el mundo en el sistema, de ser pensado o tenido en cuenta. Es un lugar para tener conversaciones profundas. Es un lugar para pensar creativamente con una perspectiva de corazón/mente unida”. Joan Wilmot
La supervisión de coaching desarrolla la conciencia de los entrenadores de «la lente a través de la cual miramos”, para que las intervenciones se beneficien de prestar atención a todo lo que está nos está mientras trabajamos con nuestro cliente, y ser más consciente del impacto que los coachees tienen sobre nosotros, pudiendo responder de manera más inteligente y mirar más allá del contenido. Las nuevas percepciones y habilidades adquiridas en la supervisión aportan impacto a nuestro trabajo influyendo de forma poderosa en cada conversación de coaching.
“La supervisión es un lugar donde una profesión viva respira y aprende; la supervisión puede ser una parte muy importante de cuidarse a sí mismo, mantenerse abierta a nuevos aprendizajes”. Hawkins y Shohet
El propósito de la Supervisión es que el coach profesional, iniciado o con experiencia, disponga de un espacio para afianzar su práctica profesional y su propio proceso de desarrollo. Es un requerimiento ético que expresa el compromiso del Coach con los más altos estándares en la profesión y lo garantiza a sus clientes. Es un espacio para abordar los quiebres que se presentan en su práctica profesional así como en su propio proceso de aprendizaje continuo.
Para Lynne Burney, la Supervisión ofrece al coach un espacio y un tiempo alejados de la relación con su cliente, donde se permite al coach reflexionar sobre cómo trabaja con su cliente en el nivel relacional, sobre su propia posición, y sobre sus técnicas y cuestionarse su pericia en el proceso de coaching, revisando el caso mediante las preguntas del supervisor para llamar la atención del supervisado sobre lo que sucede en su relación durante la sesión de supervisión, explorando su eventual función de espejo de la relación coach-cliente. Es crucial que el coach encuentre un espacio para trabajar sobre sí mismo, libre de juicios, y donde su propia “zona de confort” quede desguarnecida.
Es un espacio de co-creación en el que reina la duda, en forma de preguntas, tanto para el coach como para el supervisor y donde ambos tratan de analizar conjuntamente lo que sucede con el coach, con su cliente, en la relación, y, eventualmente, en qué forma el proceso que han iniciado podría servir como espejo del sistema en el que se desenvuelve el cliente.
¿Qué temas puedo llevar a supervisión?, todas aquellas que Leonardo Wolk denomina “las escenas temidas” aquellas que los coaches refieren a situaciones en las cuales- si sucedieran- no sabrían qué hacer o como reaccionar, o ya les ha sucedido. Trabajar en supervisión con ellas no significa necesariamente darle al coach elementos o herramientas acerca de qué hacer en estas situaciones; hacerlo no estaría mal, pero lo más importante es confirmar que por debajo o detrás de esa escena temida hay “algo” que remite a la propia historia personal del coach. Procesar y elaborar esa situación enriquecerá al coach personalmente, y desde una observación diferente, ampliará sus propias posibilidades para colaborar en el proceso transformacional del coacheado.
Cómo te puedes supervisar como coach:
- Individual: Revisa de forma personalizada tus procesos de coaching para avanzar, mejorar y aprender nuevas herramientas, junto con tu Coach Supervisor.
- Grupal: La riqueza de este tipo de supervisión proviene de la variedad de los casos, y además de revisar tus propias experiencias, superar tus dificultades y aprender nuevas herramientas, los participantes se enriquecen con el feedback que reciben tanto del Coach Supervisor como del resto de los integrantes del grupo.
Desde la declaración del “no sé”, el coach necesita precisar las interpretaciones que tiene o hace sobre el coacheado y sus problemas, afinar la escucha y la observación, recibir orientación sobre sus intervenciones y las técnicas o recursos que está usando, ampliar estrategias y adaptarlas a las necesidades específicas del caso, recibir una retroalimentación que posibilite profundizar un camino, desandar otro, replantearse una dirección, reparar un error, y que además afirme la seguridad en sí mismo. Esto significa que el Coach debe darse la oportunidad de seguir aprendiendo.
En el libro “Coaching para coaches” aparecen los testimonios de coaches sobre la importancia que tiene para ellos la supervisión para seguir aprendiendo:
“Mi experiencia como coach supervisado fue una bocanada de aire fresco que me ha permitido hacer autocrítica y autorreflexión desde la búsqueda de recursos propios y sin sentimiento de culpa…” Jorge Salinas- Coach MCC certificado por ICF
“No importa cuántas horas de vuelo, personales y profesionales tenemos vividas. Declarar “no sé” desde la humildad es el primer paso para enriquecernos con un proceso de supervisión. Para que un proceso de coaching, y también de supervisión, genere resultados, entre otras cosas, el coacheado, debe otorgar la autoridad al coach para acompañarlo. La raíz de esa autoridad es la confianza y el respeto al otro como un “auténtico otro” para generar espacios de aprendizaje que generan un antes y un después en esta apasionante experiencia de Ser Coach”. Jorge Kenigstein- Coach PCC certificado por ICF
“Creo que un coach que pierde el espíritu de aprendiz deja de cumplir su misión, ya que vive con ojos de niño los pasajes que fe a través de la mirada del coacheado; eso le permite no imponer su visión y facilitar a su coacheado múltiples perspectivas; cuando un coach “cree que sabe”, tiene la tentación de dar sus respuestas, en lugar de explorar con preguntas, que son las herramientas fundamentales del coaching. Por eso las supervisiones son esenciales para mantener esa actitud, ver cómo se podrían hacer las cosas de manera diferente, aprender de nuestras dificultades y seguir creciendo. Llevo a supervisión las situaciones que me generan dudas y aquellas en las que percibo una implicación emocional mía por encima de lo habitual; esto me hace ver que el coach necesita coaching”. María Manzano–Coach PCC certificado por ICF
¿Cómo revisas tu ejercicio de tu rol como coach en las sesiones? Cuando terminas la sesión y te aparecen dudas, miedos,.. ¿Qué haces para ganar confianza y seguridad para las siguientes sesiones?, ¿Cómo sigues aprendiendo y creciendo como Coach?
Desde aquí te invito a que revises tus procesos de coaching para generar aprendizajes y confianza en el ejercicio de tu Ser Coach. Estamos trabajando con personas y debemos estar presentes por y para ellos, y en mi opinión, es necesario que utilicemos este espacio de la Supervisión para avanzar como coaches. Desde ReciproCoach te proponemos participar en estos espacios de aprendizaje y crecimiento como Coach para afianzarnos en el ejercicio de la profesión, y trasladarlo a nuestros clientes. Utiliza el espacio de ReciproCoach Supervisión y de los Mentores Recomendados por ReciproCoach para seguir creciendo como Coach.